En muchas tradiciones religiosas, nos enseñan que la violencia no otorga ningún bien, que ella es generadora de mas violencia. Pero, existen personas que saben utilizarla solo cuando es necesario y en su justa medida, como aquellos maestros de las artes marciales de oriente que no es hasta el último momento y a veces hasta utilizando el empuje de su oponente, que ejercen una autodefensa.
Asimismo, existen antiguas disciplinas espirituales para no solo el manejo de las armas, sino hasta en su construcción.
Este cuento, esta dedicado a todos aquellos que sabiendo como defenderse, esperan hasta el último minuto para disuadir a su oponente, y solo actua para hacer el bien.
Para los monjes guerreros…
Xristos Se Rodi!