El odio a lo sagrado de Gary Alarcón

Un amable lector nos dejó un comentario en el post donde Stehel analiza el desastre del “altar” que en su tiempo utilizó Gary Alarcón Zegada para sus “misas”. En ese comentario nos aporta otro dato sobre la ignorancia y brutalidad de este obscuro personaje: violando toda la tradición de la Iglesia, violando todas las rúbricas eclesiásticas realiza la consagración con el solideo puesto.
Esto es algo que hasta un monaguillo sabe, cualesquier tradicionalista conoce y hasta los modernistas no pueden ignorar. ¿A qué se debe que Gary Alarcón, en cambio, realice la “consagración” con el solideo puesto? Podemos especular que ignorancia, estulticia o senilidad. No obstante me animo a aportar otro elemento: odio a lo sagrado.
Gary Alarcón Zegada no sólo fue un delincuente en vida, no sólo fue un asesino y un ladrón (como se evidenció en los juicios contra la dictadura de Banzer) escudándose bajo una “lucha contra el comunismo”. Se hizo pasar por sacerdote y obispo para protegerse y vivir sin trabajar. La evidencia está en el estéril apostolado que desarrolló y en las brutalidades que decía y pontificaba.
Lex orandi, lex credendi… eso lo dice todo sobre la fe de este hombre que, por la Gracia de Dios, ya no puede seguir haciendo daño ni blasfemando el nombre de Dios.

Dejamos a continuación el video, para que puedan apreciar la blasfemia y la profanación continua que realiza este personaje. Si el nieto decide darlo de baja, lo volveremos a subir.

Autor: SursumCorda

Administrador principal de Sursum Corda

5 opiniones en “El odio a lo sagrado de Gary Alarcón”

    1. Si. De hecho se llama «solideo», «sólo ante Dios». El sacerdote u obispo se lo quita desde el Prefacio hasta después de la comunión. Según el Decreto de la Congregación para los ritos del 23 de septiembre de 1837, el obispo no debe usarlo mientras da la bendición.
      Excusar a este nefasto personaje (de infeliz memoria) por sus terribles abusos y blasfemias a la liturgia es una práctica muy común en las sectas tradicionalistas comandadas por personas con nula formación, tal como es el caso en Bolivia: la estola sobre la casulla, un altar lleno de fotografías y con objetos que no tienen razón de ser, un crucifijo inadecuado y ahora, un agravio al santísimo Sacramento… si es que hubiera consagración, lo cual era improbable en caso de ese pobre hombre.

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  1. ¿Realmente es importante lo que podría haber hecho o no este ser insignificante? Digo, está muerto y salvo la floja de cincha de la hija o el bruto del nieto, a nadie le importa un cuerno. Lo que sí se entiende porqué Julio Aonzo ni bien se murió el viejo estaba como loco pidiéndole a Miguelito que corrigiera el «altar».

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    1. Gracias por el comentario Fabián. Es cierto que a nadie le puede importar al día de hoy. No obstante es un ejemplo de todo lo mal que está en el tradicionalismo, dónde abunda la manía de estos locos de hacerse ordenar por una supuesta «vocación» sacerdotal. Así tenemos a estos nefastos personajes simulando Misas y viviendo del cuento, pontificando desde la ignorancia y haciéndose pasar por santos, cuando le hacen sombra al mismo diablo.
      Respecto a Matilde Alacón y Miguel Mendoza Alarcón, el Señor les tenga misericordia, se arrepientan de sus pecados y hagan algo útil. Ya suficiente tienen con cargar con el apellido de un corrupto y delincuente como el de Alarcón Zegada.

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  2. Como habitante de la Santa Cruz de la Sierra de España (pueblo donde nació Ñuflo de Chaves, el conquistador y fundador de la Santa Cruz de la Sierra de Bolivia), me averguenza que personajes nefastos como el terrorista Gary Alarcón (que en el Infierno esté) y su nieto el pinchadiscos bolinazi manchen el buen nombre de la Santa Cruz de Bolivia, de don Ñuflo y de todos los bolivianos de buena voluntad.
    P.D.: El tono de voz de Gary Alarcón parece más el de un brujo que el de un obispo

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