Cuando habla el rencor

Más de una vez llego a mis oidos una historia como esta: dos jovenes ingresan al seminario. Aparentemente esta lleno de ilusiones, de fe, quiere trabajar para Dios y la Santa Iglesia. Estan movidos por una espiritualidad realmente a los ojos de todos hermosa e incomparable. Cuando los laicos los ven dicen: «seran como San Francisco»… quienes los escuchan se asombran de sus conocimientos, de su piedad, de su celo…

Pero hay otros que ven mas alla de las apariencias.

Sobre el primero el director espiritual desconfia, lo vigila mas y mas… poco a poco lo comentan con los demas profesores del seminario. Los demas miembros del Seminario se percatan de lo mismo: la espiritualidad es superficial y aparente, el joven en realidad es ambicioso, flojo e insolente. No lo mueve el amor a Cristo, sino el amor de si mismo.

El otro en cambio es el que duda de su vocacion. Le plantea la cuestion a su director, le dice que por momentos desea volver a su casa, con su familia. Sus compañeros se dan cuenta de su duda y tratan de animarlo. Pronto su director se da cuneta que realmente la duda sobre la vocacion es algo mas que una duda.

Un buen dia, y por mayor bien a ambos muchachos, ambos directores les dicen a sus respectivos seminaristas «usted no tiene vocación».

Entonces viene lo doloroso para el segundo: ve confirmada sus dudas, se despide de sus amigos del seminario, de los profesores, llora la ultima noche y mientras se esta llendo, siente que se desangra.

En cambio el otro se pone violento. Insulta, se llena de rencor y de odio contra sus superiores y colmado de ira vuelve al mundo al que siempre pertenecio.

Mientras el primero tiene el mejor de los recuerdos del seminario, habla bien de esa epoca y siempre siente nostalgia, el segundo esta colmado de odio, alli «todos son flojos, los profesores unos burros al igual que los compañeros»; incluso habla de «inmoralidades». Todo mentira y producto de su odio.

¿Que futuro tendra el seminarista que se fue bien y cual el que se fue mal? El primero sera un buen catolico, un padre de familia. El segundo en cambio ira de seminario en seminario, de monasterio en monasterio buscando un refugio hasta que consiga alguno que lo ordene. Al final no le importara siquiera si realmente es o no catolico, incluso se hara veterocatolico con tal de conseguir una ordenacion… y por que no obispo.

Este ultimo seminarista, el que «se va mal» es el modelo del tipico obispo veterocatolico como un James E. Bostwick (mereceria nuestra duda por ser su epoca una de grandes dudas), un Roger LaRade (Eucharistic Catholic Church)… otros terminaran siendo obispos sedevacantistas mas o menos exitosos u otros con verdaderos resultados lamentables ¿Les suena un tal «Mons. Luis Madrigal»? ¿Alguien escucho alguna vez hablar del Padre Jose Maria Lestani? Bueno, de este ultimo tengo un e-mail lleno de insultos a cuanta congregacion religiosa pertenecio (de todas fue expulsado). Ahora pensemos en los frutos que tendra cada ex-seminarista…
Con la vocacion religiosa ocurre algo muy particular, es un «llamado» como se puede ver en el siguiente articulo. No es lo que yo quiero, es lo que Dios quiere para mi. Si lo que prevalece es mi voluntad, entonces no es sino un capricho.
Yo he conocido de los dos casos, y los conoci muy bien en La Reja. Uno de ellos es hoy un laico entregado a Dios y que un dia sera un gran padre de familia, un marido fiel, un pio y devoto catolico que hara mas por la Iglesia que muchos malos sacerdotes.
El otro se fue con rencor y odio. Hasta el ultimo momento me pidio que lo ayudase, que hablara con tal o cual padre para «hacer palanca». Luego, me pidio que lo ayudara a buscar refugio en la Fraternidad San Pedro o alguna de las farisiacas de la Iglesia Conciliar. Naturalmente me opuse.
Hoy el Padre Mauricio de la Sociedad Religiosa San Luis Rey de Francia me informo que ellos tienen un caso similar. Un postulante sin vocacion, lleno de odio esta esparciendo mentiras, difamando… Obviamente que aqui no hay lugar para el. Y escribo esto porque se que quiere ponerse en contacto con Sursum Corda. Aqui no hay lugar para mentirosos. Aqui solo servimos a Dios en la medida de nuestras posibilidades y apoyamos a los verdaderos sacerdotes de la Iglesia Catolica, como los de la SRSLRF, la Compañia de Jesus y Maria, la Fundacion San Cayetano y a nuestros amigos en la FSSPX (los tenemos, no crean que no).
Al postulante sin vocacion que esta diciendo mentiras… solo le podemos pedir que se arrepienta, que busque a Dios y acepte lo que Nuestro Señor predestino para el, porque muchos son los llamados, pero pocos los elegidos.

Linus II o Lino II: El antipapa con más posibilidades

Una de las cosas que más me sorprendió de la Resistencia Católica es el movimiento conclavista. Naturalmente el mismo es producto (fallido) de una necesidad que sienten los sedevacantistas: tener un Papa. No ocurre esto por simple deseo, es una necesidad de la Iglesia Católica. Cristo dotó a su Iglesia de una jerarquía visible, y sobre todo una cabeza visible en la Tierra. Ahora bien, el estado actual de crisis, para muchos católicos es el de la Vacancia de la Sede de Pedro, es decir, la creencia de que no existe un verdadero Papa y que la Iglesia ha quedado sin Vicario de Cristo siquiera desde la muerte de Juan XXIII/Roncalli (cada vez más sostienen que el último Papa fue Pío XII).
No es mi intención hablar aquí del sedevacantismo, ni tampoco pretendo (como muchos hacen, a veces con mala intención) relacionar intrínsecamente el conclavismo con el sedevacantismo.
Se llama Conclavismo a la tendencia de ciertos católicos de congregarse en “conclaves” para elegir a un nuevo Papa justificándose en que la Sede está Vacante. El término correcto sería «concilio imperfecto» pero por una razón que desconozco prevaleció el nombre «cónclave» y se vulgarizó. En definitiva, es la búsqueda de una solución humana a un problema divino, el intento del hombre de construir un nuevo altar y no de reparar el ya existente, como fue le caso de Elías (1 Re 18:30).
En el año 2005 inicié la búsqueda de información sobre los Antipapas Modernos, todo ello me condujo la certeza de que el artículo en cuestión en la Wikipedia era confuso, tendencioso y sobre todo incompleto. Decidí investigar más, analizando eran las causantes del surgimiento de antipapas a lo largo de la Historia, y también a clasificar a los modernos antipapas en dos grandes grupos: los “místicos” y los “conclavistas”. En base a esto redacté el nuevo artículo que existe en esa enciclopedia y pueden consultar haciendo click aquí.
Quisiera detenerme en los conclavistas. Es un movimiento muy antiguo y comenzó a gestarse ya durante el Concilio Vaticano II (ver aquí para más información) con la intención de deponer a Pablo VI/Montini, más el primer “conclave” paralelo a los de Roma tuvo lugar en 1990 el 16 de julio de 1990 y de allí salió Miguel I (de quien hicimos referencia en el pasado), electo por un seis seglares. Retengan esta información: seis seglares.
Naturalmente que eso no llegó a ningún lado, pero otra cosa ocurrió cuatro años después.
En 1994, el 28y 29 de junio se procedió a elegir a un nuevo “Papa”, el electo fue el sudafricano de origen alemán y ex seminarista de la FSSPX, Victor Von Pentz. La elección tuvo lugar en Asís, Italia. Esta presentó más “legalidad” que la de David Bawden (Miguel I). Hubo una docena de conclavistas entre los que figuraron los obispos Fouhy, Urbina, Lopez Gaston y Korab, financiada por el Ingeniero Gorostiaga (fundador y director de la Revista ROMA) e impulsado todo esto por la Dra. Gerstner y con una participación importante de Homero Johas, quien alteró su texto Coetus fidelium y pasó a sostener que la elección debía quedar en mano de obispos… ¿Algo extraño? Por supuesto, ya que el mismo Homero Johas impulsó y estuvo de acuerdo, dando «sustento canónico» a la elección de David Bawden cuatro años antes.
A pesar de lo que pudo haber sido, la elección de Lino II no tuvo grandes repercusiones: jamás se levantó un sitio web promocionando al nuevo “Papa”, solamente conozco un texto titulado “Habemus Papam” que defiende y justifica la elección y relata la historia. Otra fuente de información es la Revista Einsicht (Nº9 24/3, 19949) donde nos enteramos, por ejemplo que la Dra. Gerstner deseaba que el electo fuera Monseñor Ramón López-Gaston. Sabemos también que el Antipapa Lino II vive en Gran Bretaña, pero en la más absoluta obscuridad.
Nadie lo ha visto, ninguna figura del tradicionalismo lo conoce. Los obispos que participaron en su elección no pueden ser ubicados, nadie sabe como contactarlos. La familia Mindelhall de Australia (importantes conclavistas) me informaron sobre la imposibilidad de obtener cualesquier respuesta del antipapa y sus cardenales. El único que yo se que se contactó con ellos fue el señor Pakrash Mascarenhas, que hoy en día apoya al Antipapa Miguel I.
¿Qué falló? ¿El procedimiento? ¿los electores? Antes de responder eso preguntémonos: ¿puede un grupo cualquiera, que no representa a la Iglesia reunirse y elegir unilateralmente al “Papa”? y en última ratio ¿quiénes están autorizados a elegir al Papa en la situación actual? Para los que apoyan la tesis de Gerard des Lauriers, los mismos cardenales de la Iglesia Romana, si se convierten o si el “papa electo” se convierte, pasa a ser un verdadero Papa. Para la Fraternidad San Pío X, el Papa actual es el Papa, pero es liberal, por eso se lo resiste, más si se convierte…
¿Qué salió mal de la elección de Linus? Había una carencia de unidad, la falta absoluta de un programa. Un grupo de obispos y sacerdotes vagos, cuyas líneas apostólicas eran poco claras y confusas, por no decir absolutamente anti-canónicas se reunieron y eligieron a uno de ellos, como si se tratara de un club de barrio. Pero ¿Había alguien con jurisdicción allí? ¿Quién convocó al Concilio Imperfecto al que llamaron «cónclave»? ¿Con que autoridad? Un conclave así no solo es “imperfecto” como el de Constanza, no es absolutamente nada, sino una reunión de conocidos que ni siquiera demostraron ser amigos. Se parecía más a una reunión de ex compañeros de escuela y los rencores y resentimientos no tardaron en florecer.
Lino II, Linus II, el antipapa electo en Italia y por supuestos obispos… quizás, de todos los antipapas fue el más «canónico», pero no por ello, el menos cismático.
Para los futuros conclavistas, Victor von Pentz puede servir como experiencia para mejorar el próximo experimento.

Mi pequeña Iglesia: la intolerancia en la tradición

Hace algún tiempo inicié mi búsqueda de la Verdad. Recuerdo que aún estaba en la Iglesia Conciliar, y había algo que me molestaba, algo que me ponía incómodo con casa “misa” a la que asistía, celebrada por el párroco de mi barrio. Mi camino fue largo y no puedo enorgullecerme de haber permanecido fiel en todo momento, cometí muchos errores… pero finalmente comprendí el significado de las palabras de Nuestro Señor Jesucristo: “Yo Soy la Verdad”, y acepté que sólo puede haber una verdadera religión que es la que enseña la Santa Iglesia Católica. Aprendí que fuera de la Iglesia no hay salvación ni perdón de los pecados, que el Concilio Vaticano II enseñó gravísimas herejías, que tenemos derecho fundado a dudar de cualquier validez sacramental en la Misa de Pablo VI, e incluso a todos los sacramentos de la nueva religión que surgió como consecuencia del Vaticano II, sobre todo tras la adulteración del rito de consagración episcopal…
También aprendí –y eso es algo que me duele– que los católicos no estamos unidos, que existen entre nosotros grandes diferencias en materia de opinión y que en vez de unirnos para luchar contra nuestro enemigo (Satanás y la Iglesia Conciliar) nos enfrentamos entre nosotros en una lucha sin cuartel que no hace sino debilitarnos. ¡Cuánto ganaríamos si los sedevacantistas y los clérigos de la FSSPX dejaran de atacarse mutuamente! ¿Acaso los miembros de la FSSPX y los seguidores de la tesis de Monseñor Des Lauriers no esperan la “conversión del Papa Material”? ¿Acaso el mismo Monseñor Lefebvre no aseguró que no era ilógico sospechar que Pablo VI (y sucesores) no eran sino antipapas, usurpadores?
Pero más allá de estas contiendas (fundadas por el estado actual que atraviesa la Iglesia), serias y entre personas inteligentes de ambos bandos, y ambos con argumentos y razones, existe un submundo de “pequeñas iglesias”, lideradas por “pastorcitos” (sacerdotes, algún obispo, un antipapa o un laico trasnochado) que se proclaman como la Verdadera Iglesia Católica. De la nada surgen congregaciones religiosas (¿Quién posee la jurisdicción para darles la autorización canónica, que despotrican contra otras sociedades… el límite son los antipapas cuando no los autonombrados “arzobispos”. Con mas o menos argumentos se ponen en duda mutuamente sus ordenes (que suelen tener el mismo origen) y hasta llegan a excomulgarse.
Durante mi búsqueda conocí lo que se puede llamar “micro-catolicismo” al que investigue cuidadosamente. Descubrí que además de clásicos Veterocatólico existía un inmenso universo de “pequeñas iglesias” no romanas con sus propios arzobisos, obispos, obispos presidentes y Patriarcas, que había de todos los gustos y todas inclinaciones. ¿Quiere usted divorciarse y volver a casarse y asistir a una Misa en latín? Pues tiene la “Iglesia Tradicional de San Pirulo” a su disposición. ¿Homosexual que gustaría ser sacerdote? “La Comunidad Abierta y Liberal de San Rosa” le abre las puertas a su desviación y a la sotana… Y hasta hay obispos que se ofrecen para ordenarlo y consagrarlo sin importar nada mas que una pequeña donación y así usted podrá tener su propia Iglesia a su imagen y semejanza… ahora yo me pregunto ¿es esa la Iglesia Católica? No, son los “católicos independientes” como algunos los llaman y que de lo primero solo tienen la remota pretensión. Podría nombrar a más de quinientos de estos grupúsculos y al hacerlo ya habría aparecido otra de estas iglesias “micro-católicas”. Recientemente a muerto uno de los “exponentes” de este movimiento el “arzobispo” José Ricardo Ferreira de Souza asesinado en Estados Unidos, de origen brasileño y que vivió varios años en Argentina. Hoy los seguidores de este “Primado” están haciendo una colecta para repatriar su cadáver.
Más allá de estos grupúsculos, la Resistencia Católica tiene a sus “mini-primados”. Así los Monseñores X e Y, se declaran los verdaderos obispos sedevacantistas (aunque sus ordenes provengan de los veterocatólicos, eso no importa) y declaran constituir la única Orden Religiosa verdaderamente católica, por lo que han excomulgado y negado la sucesión apostólica de cualquiera que no esté en sus filas. No termina ahí, cierta sociedad sacerdotal fundada por un ex miembro de la Fraternidad San Pío X ha llegado a enviar un ultimátum y se niega a dar la comunión a quienes no asistan continuamente a los centros de misa de su Sociedad. ¿Suficiente para muestra? No. Dos religiosos (no tengo la más remota idea quien los tonsuró) que se hacen llamar “hermanos” han escrito un centenar de artículos acusando a todos de servir a Satanás y de ser herejes concientes, entre estos “herejes” además de Monseñor Lefebvre estarían el R.P Anthony Cekada, Monseñor Pivarunas, Monseñor Sanborn y el Cardenal Ottaviani; según ellos para ser un verdadero católico tengo que reconocer que la Sede Apostólica está vacante, que fuera de la Iglesia no hay salvación (¿es esto una novedad para alguien?) que todos son unos herejes perdidos y finalmente signar una Profesión de Fe confeccionada por ellos. Un ex anglicano, que luego fue miembro de la FSSPX, que luego estuvo en la CMRI que luego decidió independizarse y fue finalmente consagrado por un obispo de linaje Duarte-Costa pasó años atacando a los “lefebvristas” desde el sedevacantismo, y hoy mantiene una posición similar a la de FSSPX… eso sin, sin dejar de atacar a Monseñor Lefebvre, y ahora al sedevacantismo, según él lleno de falacias… ¿una curiosidad más? Este hombre ordenó sub conditione sacerdote a alguien que no solamente carece de aptitud canónica, sino que es un pedófilo perseguido por la justicia en Estados Unidos.
El colmo de todo esto no son los “antipapas modernos”, sino estos pequeños obispos, sacerdotes y hasta laicos que se proclaman los verdaderos defensores de la única Iglesia Católica que es la que ellos creen que existe en sus mentes. El grupo “CAM” (Católicos Anti-Montinianos” verbigracia ha caído en el ridículo del neo-donatismo cuando denuncia que todos los obispos de la resistencia (y por consiguiente los que ellos han ordenado) son meros laicos disfrazados. Si no estás con ellos, no puedes administrar sacramentos válidos. Y no es el único grupo así.
Viendo todo esto alguien tiene derecho a preguntarse ¿Son unos pocos o es la mayoría? No me atrevería a responder. Porque cada vez encuentro más de estas “micro-iglesias” autónomas, autocéfalas y que parecen tener una jurisdicción universal que en tiempos normales solo gozaría un Papa. He recibido hace poco una notificación que me ultimaba a seguir las estupideces de un laico que, desde su casa confeccionó una “profesión de fe” católica (¡He leído miles y con miles de errores!) y me amenazaba con la excomunión. El Antipapa Michael I me envió su libro, convidandome a convertirme al catolicismo (primero me había excomulgado, se ve que luego me perdonó o siquiera me da una segunda oportunidad), Maurice Archirey, antipapa Pedro II (que dice que no es Papa aunque si el Vicario de Cristo), me envió otra profesión de fe según la cual tengo que aceptar el “misticalismo” (es decir, la aclamación de un Papa por una visión privada, lo cual es herético) para salvarme y poder ser “una cum Pierre II”.
¿Estamos seguros que queremos volver a la unidad? Yo creo que muchos prefieren el actual estado de confusión en el que una “Sociedad Sacerdotal” se arroga el poder de declarar que, dado el estado de “emergencia” tiene derecho y autoridad para “ordenar a hombres casados al sacerdocio”, cuando otra “Fraternidad” no ha decidido canonizar a un pseudo-místico, que al estudiarlo con detenimiento más parece un pobre esquizofrénico. ¿Estamos seguros que queremos volver a la unidad? Me comuniqué con los Mindelhall, quienes me pusieron a la vez en contacto con T.S. Benns. Cuando les mencioné la idea de unir a los católicos de la resistencia por medio de “encuentros” internacionales, inmediatamente pensaron que convocaba a un nuevo conclave para elegir a otro Papa. Según la señora Benns (co-autora de un libro con el Antipapa Michel I, a quien ella hoy denuncia) ningún obispo es actualmente válido y mantiene la esperanza de que quede alguno en la China Comunista, oculto… Todo esto me lo confirmó por varios e-mails que intercambiamos.
Volver a la unidad implica, primero volver a la tolerancia, no con los no-católicos, sino con los católicos mismos, aún cuando no nos caigan simpáticos. Implica abandonar las diferencias personales y las ambiciones mundanas para hacer un plan común de lucha contra el modernismo y la Iglesia Concliar… porque si esto no ocurre (y esperemos que pronto) ¿De que valdrá que tengamos en el futuro un Verdadero Papa Católico, si ninguno de estos “mini-papas” (obispos, sacerotes y aún laicos) estaán dispuestos a obedecerle… así solo subsistirá el cisma, pero entre nosotros mismos.

Sociedad San Pío V

Hemos tomado el siguiente artículo de la Wikipedia. Creemos que es muy explicativo y lo colocamos aquí ya que hemos recibido en nuestro e-mail (f_braudel@yahoo.com.ar) muchas solicitudes de información de este grupo sobre el cual existe bastante confusión. El sitio oficial de esta congregación es: http://www.sspv.net/

La Sociedad San Pío V (SSPV) es una organización católica tradicionalista de sacerdotes formada en 1983 en Nueva York. La SSPV no está reconocida canónicamente por el Vaticano o las autoridades católicas locales que consideran a la SSPV como una organización cismática. La SSPV fue fundada por el Padre Clarence Kelly y otros ocho sacerdotes de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X (FSSPX), de la que el P. Kelly era el superior del distrito en Estados Unidos de América. Ellos se opusieron a la decisión de Monseñor Marcel Lefebvre de utilizar la edición de 1962 del Misal Romano reformado por el Papa Juan XXIII. El Padre Kelly consideraba que la edición de 1962 canónicamente dudoso, aun cuando lo considerara sacramentalmente válido, ya que dudaba de la legitimidad de Juan XXIII como verdadero Papa. En los círculos de la FSSPX este grupo liderado por el P. Kelly fue llamado como “Los Nueve”. Al ser expelidos por Monseñor Lefebvre, estos organizaron una congregación dedicada al Papa San Pío V. Los otros miembros del grupo original fueron los Padres Thomas Zapp, Donald Sanborn, Anthony Cekada, Daniel Dolan, William Jenkins, Eugene Berry, Joseph Collins, y Martin Skierka En muy poco tiempo el grupo de los “Nueve” se separó de la dirección del Padre Clarence Kelly, formando un grupo adherente a la teoría del sedevacantismo bajo la dirección de los Padres Daniel Dolan y Donald J. Sanborn quienes recibirían después la consagración episcopal de manos del Arzobispo Pierre Martin Ngo Dinh Thuc y con el nombre de Restauración Católica y que mantiene contactos con otros grupos sedevacantistas como la Congregación María Reina Inmaculada. Los otros sacerdotes también se separaron fundando ministerios independientes y algunos están en relación con antipapas como Lino II o León XIV de la [Iglesia Católica Apostólica Remanente]. En 1993 Monseñor Alfredo Méndez C.S.C ordenó al Padre Clarence Kelly como Obispo. La SSPV posee cinco prioratos en un radio que se extiende desde Long Island, Nueva York hasta Montana, así como capillas y otros centros de misas a lo largo de Estados Unidos y Canadá. En 1984 el por entonces Padre Kelly fundó un convento de Hermanas, la Congregación de las Hijas de María, Madre de Nuestro Salvador, de la que es Superiora General la Madre María Bosco. La SSPV posee un seminario para la formación de sacerdotes, su director es el Padre Paul Baumberger. Las ordenaciones son conferidas por Monseñor Kelly.

¡No lean este libro!

En junio del año 2007 David Bawden alias “Papa Michael I” me envió el libro del cual fue coautor junto con la Señora Theresa Stanfill Benns titulado “Will the Catholic Churvh Survive Twentieth Cebtury?”. Es intreresante saber que esta mujer (que fue una de las principales proponentes del “ cónclave” del que salió electo este moderno antipapa) ya no le da su apoyo y que hoy lucha contra su falso (y tragicomico) pontificado en Kansas desde su website The Church Betrayed y es allí mismo donde ella pregona para que no leamos el libro.
Ahora bien ¿De que trata este mamotreto de más de 500 páginas? Principalmente es un argumento a favor del desarrollo de un cónclave para acabar con el estado de sedevacancia que vive la Iglesia desde la muerte de Su Santidad Pío XII de Venerable Memoria. Pero estos autores no solo proponen esto sino que además de predicar el mileniarismo sostienen que todos los clérigos “tradicionalistas”  no son sino cismáticos y heréticos porque carecen de jurisdicción y que la jurisdicción supletoria a la que apelan, es una tergiversación del Código de Derecho Canónico (Canon 209). En otro orden de cosas, aquí nos enteramos de que todas las ordenes dadas por Monseñor Lefebvre son inválidas, las de Thuc igualmente dudosas… por lo que Dios habría fallado a su promesa de asistir perpetuamente a su Iglesia… pero claro ¡Estaban ellos para salvarla por medio de un cónclave extraordinario!
Así es que entre otras cosas más (Estados Unidos será la Nueva Jerusalén, verbigracia) todos, estaban invalidados para participar en el cónclave que salvaría a la Iglesia. Los autores, quiero remarcar, sostienen finalmente que los laicos tienen igual derecho a los clérigos para participar en un cónclave que ponga fin al estado de sedevacante.
Este es a grandes rasgos lo que dice “Will the Catholic Churvh Survive…”.
Se trata de un libro que cansa un poco al lector, abunda en referencias al Código Pío-Benedictino, pero la interpretación de los cánones está signada por una particular forma de interpretarlo (única de los autores, creo) y que deriva a una suerte de neo-donatismo, donde finalmente será el Papa electo quien dirima (previa obediencia de todos los ordenados y consagrados dentro de la “Secta Tradicionalista”, como ellos la denominan) que ordenes son o no válidas.
Podemos hacer objeciones muy serias a este libro. Mientras lo leía, recuerdo, me vinieron a la mente  algunas que había realizado Pakrash Mascarenhas (hoy en día apoya a David Bawden/Michael I) en su momento y que remitió a los autores. Pero creo que el error más grave está en las siguientes proposiciones:

  • El derecho para elegir un Papa en el estado de sedevacante lo da la jurisdicción supletoria.
  • Bawden & Co. niegan el derecho supletorio a los sacerdotes y/u obispos cuando no hay un Papa.

¿Cómo puede ser que usted o yo reclamemos una jurisdicción que les negamos a los sacerdotes? Es ilógico, porque el invoca para elegir a un Papa algo que según el solo puede otorgar un Papa en Sedevacante… sin contar que la jurisdicción supletoria es entregada por la Iglesia y no el Romano Pontífice directamente.
Además, al estar imposibilitados los sacerdotes y obispos a poder votar, la elección recae en manos de laicos (que fue lo que ocurrió en el “conclave” del año 1994 que eligió a Bawden) y toda elección hecha por laicos es absolutamente nula, inválida, ilícita y herética como hoy admite la misma T. Stanfill Benns.
Además:

1) Las “fuentes” utilizadas para atacar a Monseñor Lefebvre no son fiables, están basadas en supuestas listas de masones y herejes de un supuesto “Priorato de Sion” que conspira contra la Iglesia desde las tinieblas.
2) Monseñor Lefebvre tenía la intención de destruir la Iglesia. Supongo que se hizo excomulgar para “confundir” más a los verdaderos fieles… es decir a Bawden & Co.
3) Monseñor Lefebvre supuestamente profesó una herejía trinitaria que nadie, salvo los autores del libro pueden identificar (cuando le pedí a Bawden datos precisos de ello me dio evasivas que me aburrieron).

A todo esto tenemos que sumar que para los autores, un Papa no puede caer en herejía, lo cual es falso, ya que como Persona privada puede hacerlo. Así tienen que justificar la elección de Roncalli quien fue hereje (para ellos) desde antes de su elección. Para demostrarlo no citan ni un solo documento fiable salvo algún opúsculo de un pseudo-masón como Pierre Capri.
Personalmente creo que podemos dudar de la validez de la elección de Juan XXIII, pero no tenemos ninguna prueba fehaciente, cuando mucho el extraño lenguaje de la Pacem in Terris y el haber aprobado una disciplina litúrgica errónea y convocar a un conciliábulo, pero de ahí a sostener todo lo que estos autores proponen hay una gran abismo que no pasa de la mera sospecha.
Un exceso de misticismo y profetismo que evidencian que la abultada cantidad de citas y referencias a tesis sobre derecho canónico, Santo Tomás o las Sagradas Escrituras no son más que un alarde de pedantería.
En definitiva, un fárrago aburridísimo que no se lo recomendaría ni a mis peores enemigos…

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