El espejismo de los ortodoxos

La gran mayoría de las personas no saben mucho sobre la Iglesia Ortodoxa; en el mejor de los casos, creen que es lo mismo que la Iglesia Latina, pero con un rito un poco más excéntrico y libre de modernismo. Quizás por eso, una gran cantidad de católicos o anglicanos se acercan a la Ortodoxia en busca del orden y la liturgia milenaria.

Sin embargo, la Ortodoxia es muy diferente a la cristiandad occidental. En muchos aspectos, efectivamente hay más orden, pero en otros es extraña, caótica y en ciertos ambientes, tóxica y asfixiante.

Lo que sigue es producto de mi experiencia personal en la Ortodoxia y con ortodoxos. Me niego a llamarles “focianos”, pero tampoco a describir sus comunidades como un paraíso terrenal. Alguien podría decir “todas las iglesias tienen problemas, y nosotros no somos la excepción”. Bien vale eso, pero cuando uno está frente a un ortodoxo, esa nunca es la respuesta, sino más bien una apología que raya en el paroxismo, un fundamentalismo que no tiene nada que envidiarle a un puritano y, sobre todo, un anti-racionalismo, un anti-intelectualismo que nos invita a mantenernos alejados de cruzar el Adriático.

La razón, el pensamiento humano, aún en los niveles más fundamentales, parece estar muerto en la Ortodoxia oriental. Mientras que en la cristiandad occidental (incluso en los grupos protestantes más radicales) existe un intento de promover la fe y la razón, esto nunca lo veremos en la Ortodoxia. Allí no hay lugar para las preguntas y mucho menos para las razones. Quien pregunta, quien inquiere, quien presenta alguna evidencia que pueda contradecir la afirmación más peregrina que salió de la boca de un “laico ilustrado”, un “sacerdote”, un “obispo” o algún monje suelto por ahí, es visto con recelo e investigado como si se tratara de un quinta-columnista. La facilidad con la que asocian el razonamiento con el racionalismo, la filosofía kantiana, el matrimonio homosexual y la democracia republicana es asombrosa. Se trata siempre de términos conjugables: es imposible conciliar la democracia con el cristianismo, es imposible conciliar la república con la fe, es imposible disociar la razón de la homosexualidad… hay masones por todos lados, hay espías de la CIA por todas partes cuyo único fin es reclutar ortodoxos para llevarlos a alguna secta evangélica norteamericana que mantiene un pacto secreto con grupos conservadores católicos, que en realidad practican obscuros rituales paganos en alguna capilla lefebvrista… y esto no termina acá, porque quizás quien se le ocurrió dudar y plantear una pregunta o una contradicción en realidad es un empleado de los “Superiores Desconocidos” que trabaja codo a codo con el Patriarcado de Moscú, el Patriarcado Serbio, el Patriarcado de Contantinopla… porque en realidad todos esos patriarcados son apóstatas y herejes, como todos los obispos y todos los sacerdotes menos el que celebra en la capilla a la que asiste el “apologista”.

¿Le parece una exageración? Cuatro personas (dos de ellas laicas) vinculadas a cuatro patriarcados diferentes (uno no canónico según los otros tres) me expresaron lo que coloqué líneas arriba. Un sacerdote (con barba, por supuesto) me recomendó: “Si usted quiere entrar a la Verdad, debería quemar todos sus libros e internarse en un monasterio, quizás así se salve”.

Naturalmente, para él la Verdad no es Cristo, sino su iglesia no canónica, excomulgada por su propio patriarca. Duro.

No sorprende todo esto cuando comprobamos que en la Ortodoxia no han surgido grandes filósofos, y los pocos que tuvieron bebieron del Occidente que tanto desprecian los orientales. La escuela palamista, sin ir más lejos, nació muerta: profundamente anti-aristotélica, de no haber sido por su odio a Occidente habría pasado sin pena ni gloria. En una serie de conversaciones que tuve con varios fieles ortodoxos, ninguno pudo explicarme demasiado bien cuáles eran los postulados de Gregorio de Palamas, y al mencionar a San Agustín, se limitaban a decirme que en realidad era “un beato”, con “muchos errores”. Pero, ¿cuáles eran esos errores? “Muchos” era la respuesta seguida de “occidente”, “corrupción”, “modernismo”, “ecumenismo” (aunque los ortodoxos participan del Consejo Mundial de Iglesias), “homosexualidad y ordenación de mujeres” (aunque la OCA tiene importantes impulsores al respecto), etc.

Después de San Máximo el Confesor o de San Juan Damasceno, el número de pensadores disminuye, al tiempo que se ensalza la figura de algunos monjes que, a pesar de una vida de piedad, no realizaron aportes significativos al pensamiento humano.

Pienso que es por esto que la Ortodoxia es prácticamente estéril en lo que a misión se refiere: se impuso por medio de la fuerza, gracias a la persecución y con la fuerza de la espada; algún rey o cacique local se hace ortodoxo, principalmente porque eso le implica apoyo de otro reyezuelo o tiranuelo más poderoso que él, y luego de bautizarse impone a sangre y fuego la “ortodoxia”. Esto se aprecia luego en la falta de una apologética ortodoxa, la dificultad que tienen los ortodoxos de defender su fe de forma racional y con argumentos.

Cuando alguien me quiere demostrar una verdad de fe (o lo que cree es una verdad de fe) porque lo dijo un señor que dibujaba muy bien un ícono, quedo espantado. Un conocido me trató de explicar la noción ortodoxa de la Divina Liturgia (llamándola «Santa Misa») basado en “lo que él sentía” y en un “antiguo himno”. No había referencias a la Escritura, contradecía Concilios Ecuménicos y lo que es peor… contradecía la misma doctrina ortodoxa sobre el “Mysterium Fidei”. Interesante que terminó dando argumentos tomistas.

Y es que aquí entramos en el último problema: los ortodoxos no saben bien qué es lo que creen. Es un sistema caótico en lo que a teología y pensamiento se refiere. Dos sacerdotes o dos obispos de la misma iglesia pueden estar completamente en desacuerdo sobre temas fundamentales, como por ejemplo, quiénes se salvarán y quiénes no, qué lugar ocupan las Escrituras o qué pasa con las personas al morir. Y esto se debe, nuevamente, a que se trata de un ambiente anti-intelectual.

Así como la espiritualidad y la belleza del culto ortodoxo son admirables, lo son porque en muchos casos tienen la belleza del museo, y como tal, sus objetos están expuestos en vitrinas, pero no existe un influjo del Espíritu Santo. Dicho de otra manera, en muchos ortodoxos vemos una confusión entre tradición y antigüedad, y en la medida en que un ortodoxo crea que puede convertirlo a usted a la ortodoxia, todo estará bien… pero si descubre que usted no desea unirse a la “Verdadera Iglesia Ortodoxa de las Catacumbas”, entonces usted será un endemoniado que en realidad trabaja para los Servicios Secretos de Estados Unidos, la francmasonería y Gran Bretaña, vinculado sin dudas con la Iglesia Libre de Escocia, pasando información a los bautistas del Sur en complot con los lefebvristas… todos ellos rosacruces.

¿Qué hacer? Si usted se siente atraído por los Padres de la Iglesia, por la venerable y verdadera liturgia de San Juan Crisóstomo, por los íconos, beba de sus fuentes, estudie, aprenda… porque la Ortodoxia es maravillosa, pero tenga cuidado con los ortodoxos, así como debe tenerlo con los tradicionalistas.

Revelación sobre nuevos «sacerdotes» thucistas

El pseudo-obispo Da Silva con los falsos presbíteros Luan Guidoni y Gabriel de Vasconcelos Spinola Batista

El siguiente texto nos fue enviado por uno de nuestros colaboradores, alguien que conoce y consigue muy buena información sobre lo que ocurre en las comunidades tradicionalistas, tanto las thucistas como las lefebvristas. Antes de presentar el artículo y las fotografías enviadas por nuestro querido hermano, queremos recomendar la lectura de los siguientes artículos sobre el thucismo, uno de los graves males dentro del tradicionalismo.

Interesante revelación: la ordenación de neo-nazis en las filas de la secta del obispón Rodrigo Da Siva

Por misteriosos y desconocidos motivos, el dudoso obispo Rodrigo Da Silva cerró su «seminario» y se radicó en México a fines del año 2023, junto a dos «seminaristas» de los 7 u 8 que llegó a tener.

En su canal de YouTube dijo que iría a misionar y trabajaría junto a la Compañía de Jesús y María (dirigida ahora por el padre Alfredo Contreras después de la muerte de mons. Morello), enviando allí a sus seminaristas para que continúen su formación. Pero todo eso quedó trunco por algún motivo desconocido, ya que la Compañía de Jesús y María se unió a Charles McGuire.

El resto de sus seminaristas fueron expulsados por insidias de dos seminaristas y otros terminaron en manos del padre (y dudoso obispo) Fernando Altamira.

El 19 de Marzo del 2024, en la ciudad de Morelos, los seminaristas Luan Guidoni y Gabriel de Vasconcelos Spinola Batista, fueron ordenados sacerdotes. Esto debería ser una alegría, pero es motivo de tristeza porque, además de la dudosa validez del episcopado de Rodrigo Da Silva por venir del dudoso obispo Daniel Dolan, se suma la poca y deficiente formación de los nuevos sacerdotes, además de la ideología nazi de la que son portadores. Sí, «sacerdotes» nazis y no sólo eso, también tenemos un «obispo» nazi.

Las pruebas sobre su nazismo: Click aquí

El seminarista Spinola fue expulsado de la Universidad por realizar el saludo nazi : Ver aquí

Las pruebas sobre su falta de formación y otras inmoralidades las verá al final de este texto gracias a una compilación de fotofgrafías,

Spinola estuvo cinco años en el seminario y Guidoni tres años y seis meses. En ese tiempo, ambos, muchas veces se formaban sólos, debido a que Da Silva salia para atender grupos de fieles dispersos en Brasil.

Esto es conocido por el padre Lázaro Romero [Nota de SC: respecto al señor Lázaro Romero recomendamos este artículo], quién fue profesor un tiempo determinado hasta que salió, debido a esta situación.

También lo afirman ex seminaristas salidos de allí, debido a difamaciones hechas por Guidoni y Espinola, acusándolos falsamente de ser homosexuales e infiltrados.

Conocen esta situación los sacerdotes asociados a Da Silva: Gilberto Lima y Leonardo Holtz, quienes estan en una situación irregular. Lima salió de la ICAB y no hay evidencia de abjuración de sus errores, Holtz es un modernista conservador que desde 2011 se juntó con grupos tradicionales en el Novus Ordo, celebrando la misa en latín y hasta llegó a tratar con la FSSPX, pero terminó uniéndose en octubre del 2022 a Da Silva, quien lo ordenó inmediatamente en Diciembre del mismo año y doce días después ya lo mandó a atender feligreses, sin ninguna clase de formación.

Del tercer sacerdote asociado, Angelo de Mello (reordenado en la falsa resistencia de Williamson), no sabemos si tiene conocimiento de esta situación, debido a que estuvo mucho tiempo colaborando con el padre Fernando Altamira en Colombia.

Las fotos que mando son las de Spinola haciendo el saludo nazi, la ordenación de Guidoni (el de anteojos) y Spinola, una foto de Lázaro Romero con Da Silva y dos capturas de pantalla de un comentario en Facebook que hizo el padre Appelhanz (no sé quién lo ordenó), diciendo que tiene conocimiento de su falta de formación (a través de Romero, aunque no lo cite). También fotos de Lima y Holtz.

Fotografías

El pseudo obispo Da Silva acompañado del re-ordenado presbiterón Leonardo Holtz
Los «seminaristas» del obispón thucista Da Silva acompañados por el hipócrita Lázaro Romero

Gabriel Spinola con el señor Da Silva
Gilberto Lima

Nota de Sursum Corda

En poco tiempo presentaremos un breve estudio canónico sobre el problema de las ordenaciones a hombres sin aptitud canónica y cuál es el juicio subsiguiente de la Iglesia. Recordamos que se han realizado algunas publicaciones al respecto, pero centradas en las acciones de Juan José Squetino.

Nuevo Antipapa

Rogelio Martinez… hoy Miguel II

Antes de fin de año supimos de la muerte de David Bawden, quien en 1990 fue electo en un concilio imperfecto (mal llamado «cónclave») por seis personas (la lista la puede encontrar aquí) y tomó por nombre Miguel I. Recién el 11 de diciembre de 2011, fue ordenado al sacerdocio y luego elevado al episcopado por Robert Biarnesen, un obispo que deriva sus órdenes del obispo Carlos Duarte-Costa (para ver un estudio sobre las órdenes de Duarte-Costa haga click aquí).

El 2 de agosto de 2022 en Kansas City murió luego de una operación de urgencia. Había crecido y evolucionado con Internet: desde su primer «Vaticano en el Exilio» hasta su último sitio había pasado mucha agua bajo el puente: incursionó en las redes sociales y en Youtube, pero en los últimos años sus documentos pontificios (la orden a la Hermana Lucía de revelar el Tercer Secreto de Fátima, por ejemplo) habían desaparecido. Al poco de morir y tras ser proclamada la «sede vacante», sus pocos seguidores comenzaron a preparar y estudiar como llevar adelante un nuevo «cónclave». Existe un excelente documental sobre David Bawden realizado por Adam Fairholm que usted puede ver aquí (dura poco más de una hora):

David Bawden compartió con Teresa Stanfill Benns, Araí Daniele, Homero Johas, Heidi Hagen, Roberto Gorostiaga, Rudolf Gestnet, Osvaldo Ancona, Lucian Pulvemarcher, Robert Lyons y Gordon Bateman la pertenencia a la segunda generación de conclavistas, la cual fracasó estrepitosamente. En efecto, como estudiamos en un artículo sobre los «Tres conclavismos«, fue la desesperación y la improvisación el principal elemento que llevó al fracaso de estas intentonas: los obispos del «linaje Thuc» iban hacia la deriva absoluta. Consagrados para un cónclave, se comenzaban a distanciar a medida que las sub-ramas del linaje thucista coincidía con posiciones teológicas sobre la sede-vacante. La desesperación llevó a que personas que bajo ningún aspecto tenían aptitud canónica, que fueron ordenados en iglesias cismáticas o que acumularon varias ordenaciones y consagraciones sub conditione impusieran la necesidad de una reunión. Ese es el origen de las delirantes consagraciones de José F. Urbina Aznar, Julio Aonzo (dos veces consagrado obispo), José Ramón López Gastón, el ex agente comunista Emmanuel Korab los terroristas e ignorantes Gary y Gonzalo Alarcón Zegada. Todas ellas tenía como fin el proceder a crear «candidatos» para un posible «cónclave», el cual naufragó en Asís.

Naturalmente, no estamos hablando aquí de personajes como Jacobus I, o los antipapas del Palmar de Troya y sus hijos bastardos. Estamos deteniéndonos en personas que con más o menos conocimiento han querido pontificar y sentar las bases para una «solución humana» a la crisis de la Iglesia Católica Romana.

En el caso de los partidarios de David Bawden procedieron a una elección sui generis (en resumen, un sorteo) del cual salió electo el señor Rogelio Martínez, filipono, casado con la señora Linda Jacinto y consagrado obispo en 2003 por Joseph Galaroza, obispo de la ICAB en Filipinas, y luego recibió una nueva consagración de parte de Joel Clemente y Heyward Ewart. En el año 2017 rompió con la Iglesia Católica Carismática e ingresó en el tradicionalismo como uno de los tantísimos obispos independientes, y dos años después se sometió a David Baawden/Miguel I y fue reconocido como obispo con plenos derechos en 2020.

Es verdad que el flamante Miguel II tiene una feligresía mucho más grande de la que pudo ostentar su predecesor, Miguel I. Cuenta con un templo y algunas propiedades más, así como buenos contactos con el gobierno local.

La coronación de Miguel II puede ser apreciada en este video

Ahora quisiera presentar algunas observaciones sobre el señor Martinez. No tocaré las cuestiones de los ornamentos ni de la liturgia (Stehel se encargará eventualmente de eso), sino en cuestiones doctrinales.

Es evidente que el Rogelio Martinez/Miguel II fue electo de manera total y absolutamente irregular, rompiendo con los intentos de David Bawden/Miguel I de apegarse lo mejor posible a la legislación de época de Pio XII. La elección por cleromancia (un sorteo, inspirado en la elección de San Matías Apostol) y el haber cerrado la elección a los «partidarios» de Bawden parece ser también otra contradicción. En efecto, en varias oportunidades el antipapa norteamericano afirmó que estaba dispuesto a renunciar si es que los tradicionalistas procedían a una nueva elección de unidad (algo que poco pareció importarle a Juan José Squetino o a los estrafalarios y esperpentos de Gary Alarcón y Julio Aonzo).

El uso del Misal de 1962, del antipapa Juan XXIII-Bis también dejará sorprendido a cualesquier conocedor de David Bawden y de sus trabajos en contra de Roncalli y sus sucesores. Es evidente que el Rogelio Martinez es un absoluto neófito en el tradicionalismo, que sus conocimientos de teología están tomados por su paso por los semiasnarios de la Iglesia Conciliar en Filipinas, y ue fue un activo defensor de la renovación carismática. Por todo esto, cuesta creer que este hombre y los seguidores originales de David Bawden mantengan algún tipo de relación en el futuro próximo. El antipapa filipino se refugió en su país de origen, rodeado de sus propios fieles y bajo un aspecto pseudo-tradicionalista. Con el tiempo y con mucha suerte, podrá emular a sus pares del Palmar de Troya, consagrará obispos y tratará de ampliar su propia «Iglesia».

¿Qué quedará del movimiento de David Bawden? Nada, sólo un recuerdo o algún registro en alguna investigación, alguna nota periódistica, algún improvisado que deseará usarlo como referente para otro «cónclave» que no tendrá mejor suerte que el de Asís con Lino II o el de Pío XIII… y que será tan inválido y tan ilícito como el de Miguel II o los episcopados de José Vicente Ramón Gonzalez Cipitria, Julio Aonzo o los hermanos Alarcón.

Punto de partida o punto de llegada

Imagen moderna que quiere representar a Nuestro Señor

Por Raúl Amado, para Sursum Corda. Puede visitar el nuevo sitio del autor, Documenta Theologica haciendo click aquí.

John Senior llamó “The death of christian Culture”, a los rápidos cambios que veía hacia fines de la década de 1950 y 1960.1 De manera clarividente, no asoció esos cambios destructivos con el avance del comunismo ni del ateísmo, sino con algo mucho más profundo: la destrucción de la Misa, expresión fiel de la δόξα católica. En realidad, podríamos concluir siguiendo entonces el razonamiento del erudito angloamericano, que el comunismo, el anarquismo y el neo-modernismo fueron consecuencia de la des-teologización y la des-cristianización de Occidente.

Hoy hemos llegado a un punto que era inimaginable en la década de 1950. En sesenta años todas las instituciones tradicionales (la Familia, la Patria, la Iglesia) se han visto arrojadas y pisoteadas en la medida que Occidente aceleró la marcha por aquella vía humanista del “renacimiento”, cuando se des-orientó. Durante siglos, el mundo occidental subsistió (sub-existió) gracias a que mantuvo la correcta (ὀρθός) creencia (δόξα) que Cristo entregó a sus Apóstoles a pesar de atacar de manera sistemática a la forma de su fe: la liturgia. Hoy ante esas instituciones se levantan otras, hechas a imágen y semejanza del hombre moderno, del hombre mudable (la asociación libre, el Estado-Nacional y la Iglesia Institucional).

La destrucción que vemos a nuestro alrededor de toda moral y ética cristiana, y por consiguiente ortodoxa y bíblica, condujeron a la proliferación de movimientos de «resistencia» contra esta marea humanista y moderna. Algunos de estos movimientos de resistencia formas de colaboración antes que de oposición. Concluyen en lo que el erudito alemán Andreas Böhmler llamó “El partido conservador de Lucifer” (libro que puede descargar completo aquí).

El modernismo mismo surgió como una forma de resistencia en el cristianismo occidental y sólo pudo desarrollar dentro de las estructuras latinas del cristianismo. El abandono del Ícono y la mística, la humanización de la teología, la devotio moderna fueron pasos seguros hacia el absurdo en el cual nos vemos hoy. Los tradicionalistas y conservadores en general olvidan que el modernismo fue una respuesta ante los avances del mundo moderno. A una nueva ética y una nueva moral atea, se intentó una moral antropocentrista disfrazada de teísta cuyas raíces debemos buscarlas hasta el Cinquecento que colocó al Hombre en Lugar de Dios, prefigura del Novus Ordo Missae. Ante estos profundos cambios, innegables tras la Revolución Francesa y la filosofía romántica alemana de los siglos XVIII y XIX, algunos propusieron negociar, buscar una alianza entre la fe cristiana y esta nueva ética, moral y ordenación política antropocéntrica. Así el modernismo fue originalmente una manera de resistir, resistir negociando, resistir cediendo y conservando algo.

Se consumó así, con la colocación del hombre en el lugar de Dios con una de las etapas del “misterio de iniquidad” (2 Tes 2: 7). En efecto, el Anticristo es una persona moral y su Iglesia se ha desarrollado durante siglos hasta consolidar su propia iglesia, una restauración del antiguo Pontificado Pagano.

El Vaticano II no fue un punto de partida, sin un punto de llegada. ¿Apostató la Iglesia Institucional (es decir, la jerarquía romana) con el Vaticano II? No, lo había hecho muchísimo tiempo antes. Lo hizo en el momento en que decidió que era imposible ya contener la modernidad, lo hizo incluso antes de que Roncalli/Juan XIII-Bis en la Pacem In Terris ofreciera una ἑρμηνευτικὴ τέχνη cristiana de la modernidad. Patriarcas, Cardenales, Arzobispos, Obispos y Presbíteros aceptaron la modernidad y un importante sector de la Jerarquía ordenó todo ese Χάος modernista. Ese ordenamiento es lo que vemos en las distintas constituciones del Vaticano II y la aplicación de los mismos los tenemos en todo el magisterio conciliar. Así estos nuevos dogmas se expresan en una nueva liturgia (el Novus Ordo Missae), se explican en un Nuevo Catecismo y se aplican jurídicamente en un Nuevo Código de Derecho Canónico. En definitiva, esa división propiamente del cristianismo latino post-medieval de separar la materia de la forma se ve con toda claridad en la Iglesia Conciliar.

El Vaticano II, entonces, no es un punto de partida para la Iglesia Conciliar, sino un punto de llegada. La Iglesia del Anticristo creció y se alimentó de la decadente teología, de la prohibición de la patrística, del analfabetismo bíblico, de un arte cada vez más alejado del Ícono, de una liturgia cada vez más coreográfica y centrada en las disputas teológicas antes que en el monasticismo y la contemplación. Esa Iglesia del Anticristo se estaba gestando desde hacía no décadas, sino Siglos. No lo olvidemos: Jesucristo mandó a los suyos a predicar el Evangelio hasta los confines del mundo, guardando todo lo que él había enseñado, pero los hombres prefirieron seguir las novedades (Col 2:8), dar la espalda a Dios, ir tras los falsos profetas que venían con discursos conciliadores (Mt 7:15, Rom 16:17).

Al igual que ocurrió en el Edén, el hombre prefirió oír la voz del Tentador, de la Serpiente Antigua antes que al mandato divino y ponerse en el lugar de Dios, ser como Dios:

Y dijo la serpiente a la mujer: «No, no moriréis; es que sabe Dios que el día que de él comáis [del árbol prohibido] se os abrirán los ojos y seréis como Dios, conocedores del bien y del mal».

Los hombres, como la mujer vieron que estas doctrinas modernas parecían agradables:

Vio, pues, la mujer que el árbol era bueno para comerse, hermoso a la vista y deseable para alcanzar por él sabiduría, y tomó de su fruto y comió, y dio también de él a su marido, que también con ella comió”

¿Es posible entonces leer en Eva a la jerarquía de la Iglesia y en Adán a los fieles? No podemos olvidar que los fieles no fueron inocentes: conocían la Verdad, conocían a Cristo, conocían el mandamiento de guardar todo lo que El Señor nos había mandado, pero prefirieron “ser como Dios” y comer de las novedades, en lugar de alimentarse con “toda la palabra que sale de la boca del Señor” (Mt 4:4 Cfr. Dt 8:3).

Así fue que se desarrolló la ἑτερόδοξος, significando con ello el sentido literal de heterodoxia en cuanto doctrina diferente y contraria a lo que todos han creído. Un camino, una vía diferente.

¿Qué haremos entonces? ¿Hay alguna solución? En primer lugar, debemos reconocer que somos pecadores, invocando a Dios continuamente. Sólo Dios puede salvarnos en la actual situación: los intentos humanos implican siempre construir un nuevo altar, no en reparar el que ya existe. Debemos sumergirnos así en las Escrituras y viendo el ejemplo de los Profetas que Dios levantó actuar. Leamos 1 Reyes 18:30… el Profeta Elías no cinstruyó un nuevo altar, no edificó un nuevo templo… reparó el que estaba destruído y abandonado. Quienes levantan iglesias y denominaciones, los constructores de sectas son ajenos a Dios. Así lo dijo San Cirilo contra el hereje Nestorio: todo el que comienza por sí mismo no pertenece a la Iglesia de Dios, todo aquel que rechaza el Testimonio de los Apóstoles no tiene comunión con Cristo.

Es necesario que dejemos de creer que la crisis se solucionará de manera humana, por trabajo de los hombres y no por la Divina Intervención, por la misma παρουσία, por la Llegada y la Presencia de Cristo:

Entonces aparecerá el estandarte del Hijo del Hombre en el Cielo, y se lamentaran todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre venir sobre las nueves del cielo con poder y majestad grande. Y enviará a sus ángeles con resonante trompeta y reunirá de los cuatro vientos a sus elegidos desde un extremo del cielo hasta el otro. (Mt 24:30-31)

Por eso nosotros oramos al leer las escrituras:

¡Amén! ¡Ven Señor Jesús! (Apoc 22:20)


Notas

1Senior, John, The Death of Christian Culture, IHS Press, Norfolk, 2008.

Obediencia o sacrificios

En el libro de Samuel podemos ser testigos de la lenta y continua caída del rey Saúl. Una de las historias más tristes en la Biblia, uno de los fracasos más grandes del pueblo de Dios.

En 1 Samuel 15 encontramos el rechazo de Dios a Samuel. Podemos extraer de esta historia importantes lecciones para la vida del cristiano de hoy, tanto en el desarrollo de la historia como de cada uno de los personajes y su significación. Sin embargo, quisiera centrarme en un aspecto: el de la obediencia a la voluntad de Dios. En otras palabras ¿qué es lo que Dios quiere? ¿Prefiere Dios que se lo obedezca, que nos sometamos a su voluntad o que continuemos con un sistema de prácticas sacrificiales aún en contra de su Ley? Dicho de manera más clara: Dios prefiere que tomemos los sacramentos aún de quienes son herejes y cismáticos y aún en contra de nuestra consciencia, o prefiere que nos mantengamos fieles a la Fe.

En el versículo 22 del libro mencionado leemos lo siguiente:

Pero Samuel repuso: “¿No quiere mejor Yahvé la obediencia a sus mandatos que no los holocaustos y las víctimas? Mejor es la obediencia que las víctimas. Y mejor escuchar que ofrecer el sebo de los carneros.

Leí este pasaje por primera vez a los doce años. El efecto que me provocó fue muy fuerte y aún hoy lo sigue haciendo. En muchos momentos de mi vida esas palabras del profeta que Dios levantó en un momento crucial de la historia de Israel vienen a mi memoria, especialmente cuando ante mi tengo la solución fácil de recurrir a los sacramentos y conseguir una excusa fácil. Comunidades sacramentales sobran: sacerdotes y obispos que poseen alguna de las ramas del “linaje del Obispo Thuc”, sacerdotes de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X que provienen del arzobispo Marcel Lefebvre, sacerdotes con el linaje del obispo Carlos Duarte-Costa, muchos de los cuales se han vuelto al tradicionalismo y roto sus vínculos con las Iglesias Nacionales y el catolicismo independiente… incluso los distintos grupos “ortodoxos”. Sí, me refiero a la Iglesia Ortodoxa en cualesquiera de sus ramas: Griega, Bizantina, Antioqueña, Serbia o alguna de las cuatro Iglesias Ortodoxas Rusas que hay en Argentina (IOR-PM, ROCOR-Agafangel, ROCOR-PM o la VIOREFV -verdadera Iglesia Ortodoxa Rusa en el Exilio Fiel a la Verdad-). También están los miafisistas, que en Argentina tienen un grupo interesante y en algunos países son la única fuente de sacramentos válidos desde hace décadas (como es el caso de Bolivia, por ejemplo).

Lugar a dónde recurrir por “sacramentos” hay. Siempre los hay. Y mucho más si usted desea “flexibilizar” su doctrina sacramental:

Thuc podría estar loco, podría haber alterado incluso el rito, pero fue válido. Aún cuando fuera un modernista durante el Concilio… por estado de necesidad la ordenación fue válida y lícita.

El “Padre A”, fue ordenado por el “Obispo B” quien estaba casado y tuvo hijos, pero por el estado de necesidad fue ordenado sacerdote… y por el mismo estado de necesidad y violando todas las prescripciones canónicas y tradicionales, consagrado obispo… por estado de necesidad.

Lefebvre fue ordenado sacerdote por Achille Liénar, un francmasón, pero como siguió el rito externo la consagración fue válida, y a causa del estado de necesidad las órdenes de los lefebvristas no sólo son válidas, sino lícitas.

El Padre “C” no sabe pronunciar en latín la fŕomula sacramental y desconoce los principios básicos de la teología… pero sus sacramentos son válidos y lícitos por “estado de necesidad” y es lícito acceder a los sacramentos que él reparte porque “necesitamos” de los sacramentos.

El padre “D” es un sacerdote ortodoxo perteneciente al Patriarcado “E”, no es católico romano y considera que la Iglesia Romana es herética, apóstata y cismática… y no desde el Vaticano II, pero no importa, como yo “necesito” los sacramentos y tengo “derecho” a ellos, puedo asistir a la Divina Liturgia y comulgar… porque lo que importa son los sacramentos.

El Reverendo F es un sacerdote anglocatólico, sus órdenes provienen de la linea siríaca, por lo cual en primera instancia se podría decir que fue ordenado con sucesión apostólica válida… además celebra usando el Anglical Mass, ergo como no tengo otro presbítero cerca puedo asistir a su celebración y comulgar… además en su capilla se comulga de rodillas ¿Qué más puedo pedir?

Pregunto con toda sinceridad ¿De qué vale ir a Misa todos los domingos si se violan sistemáticamente los mandamientos y se vulnera la fe? Durante el Latrocionio llamado “Vaticano II” se celebró el Rito Romano… la “Misa Tridentina” ¿Y?

Vayamos al pasaje completo de Samuel. ¿De qué se habla? Saúl es el rey de Israel, fue elegido por Dios mismo para conducir al pueblo. Saúl era “pequeño” entre los “pequeños”, es decir, su familia era de las menos importantes de la tribu más pequeña, pero Dios lo hizo grande y él fue grande, mientras anduvo en los caminos del Señor.

Veamos el texto desde el versículo 9:

Pero Saúl y el pueblo dejaron con vida a Agag y las mejores ovejas y los mejores bueyes, los más gordos y cebados, y los corderos, no dándolos al anatema, y destruyendo solamente lo malo y sin valor.

Yahvé dirigió a Samuel su palabra, diciendo: “Estoy arrepentido de haber hecho rey a Saúl, pues se aparta de mí y no hace lo que digo.” Samuel se entristeció y estuvo clamando a Yahvé toda la noche; y levantándose de mañana para ir al encuentro de Saúl, supo que había ido al Carmelo, donde se había alzado un monumento, y de vuelta, pasando más allá, había bajado a Gálgala.

Dirigióse, pues, a donde estaba Saúl, y le dijo Saúl: “Bendito seas de Yahvé. He cumplido la orden de Yahvé.”

Samuel le contestó: “¿Qué es entonces ese balar de ovejas que llega a mis oídos y ese mugir de bueyes que oigo?”

Saúl respondió: “Los han traído de Amalec, pues el pueblo ha reservado las mejores ovejas y los mejores bueyes para los sacrificios de Yahvé, tu Dios; el resto ha sido dado al anatema.”

Detengámonos un minuto. En primer lugar llama la atención el sentimiento que expresa Dios al profeta Samuel: el arrepentimiento. ¡Qué dolor tan grande debió sentir el Señor, para decir semejantes palabras! Si vamos por ejemplo a Génesis 6: 6 encontramos que dice “Y se arrepintió [Yavêh] de haber hecho hombre en la tierra, y le doliéndose grandemente en su corazón”. Veamos que el autor va dejando algunas muestras del carácter que había desarrollado Saúl: se erigió monumentos, suponía que su juicio era más favorable y que él podía torcer la voluntad de Dios. Al igual que el hombre en el Paraíso, desobedeció y lleno de soberbia quiso ser igual a Dios. Dios ordenó que todo fuera destruído, pero el se guardó una parte bajo el pretexto de ofrecerlo en sacrificio. ¿No nos recuerda esto al pecado de Ananías y su esposa? Vayamos por un momento a Hechos 5: 1-4.

Pero cierto hombre llamado Ananías, con Safira, su mujer, vendió una posesión y retuvo una parte del precio, siendo sabedora de ello también la mujer, y llevó el resto a depositarlo a los pies de los apóstoles.

Díjole Pedro: “Ananías, ¿por qué se ha apoderado Satanás de tu corazón, moviéndote a engañar al Espíritu Santo, reteniendo una parte del precio del campo? ¿Acaso sin venderlo no lo tenías para ti, y vendido no quedaba a tu disposición el precio? ¿Por qué has hecho tal cosa? No has mentido a los hombres, sino a Dios.”

¿A quién mintió Saúl cuando se encontró con el profeta Samuel? No a éste, sino a Dios. Sigamos ahora con el texto de Samuel, desde el verísuclo 16:

Samuel dijo entonces a Saúl: “Basta; voy a darte a conocer lo que Yahvé me ha dicho esta noche.” Saúl le dijo: “Habla.”

Samuel dijo: “¿No es verdad que, hallándote tú pequeño a tus propios ojos, has venido a ser el jefe de las tribus de Israel y te ha ungido Yahvé rey sobre Israel? Yahvé te dio una misión, diciéndote: Ve y da al anatema a esos pecadores de Amalee y combátelos hasta exterminarlos. ¿Por qué no has obedecido al mandato de Yahvé y te has echado sobre el botín, haciendo mal a los ojos de Yahvé?”

Saúl contestó a Samuel: “Yo he obedecido el mandato de Yahvé y he seguido el camino que me ordenó Yahvé: he destruido a los amalecitas y he traído a Agag, rey de Amalec. El pueblo ha tomado del botín esas ovejas y esos bueyes, como primicias de lo dado al anatema, para sacrificarlos a Yahvé, su Dios, en Gálgala.”

Veamos como miente Saúl: siendo increpado y puesto ante la evidencia, niega que él desobedeció, y culpa al pueblo y luego justifica esta acción diciendo que tenía como fin, algo noble: agradar a Dios. Veamos otros ejemplos en la Escritura de un comportamiento semejante:

El primero lo encontramos en Caín, quien dio el sacrificio que él quería y no el que Dios le había ordenado. Cuando vio que la ofrenda de Abel fue aceptada, se llenó de ira y lo mató.

El segundo lo encontramos en el relato del becerro de oro. Leamos Exodo 32: 4-7:

Él [Aarón] los recibió [anillos y zarcillos de oro] de sus manos, hizo un molde, y en él un becerro fundido, y ellos dijeron: “Israel, ahí tienes a tu dios, el que te ha sacado de la tierra de Egipto.”

Al ver eso Aarón, alzó un altar ante la imagen y clamó: “Mañana habrá fiesta en honor de Yahvé.” Al día siguiente, levantándose de mañana, ofrecieron holocaustos y sacrificios eucarísticos, y el pueblo se sentó luego a comer y a beber, y se levantaron después para danzar.

Yahvé dijo entonces a Moisés: “Ve, baja, que tu pueblo, el que tú has sacado de la tierra de Egipto, ha prevaricado.

Es muy interesante ver que el texto hebreo utiliza el vocablo Elohim. Lo que hizo Aarón no fue, a la vista del pueblo “hacer dioses falsos”, sino hacer una imagen del Dios que los había sacado de Egipto. Los sacrificios y la fiesta no se hicieron en nombre de Isis, Horus u Osiris, los dioses egipcios, sino de Yavêh y podemos ver que realizaron un culto que Dios no quería, que Dios no había autorizado, y al Señor no le importaron las “buenas intenciones” de Aarón ni del pueblo, sino que lo llamó, directamente “prevaricación”. Ahora ¿Qué le contestó Samuel a Saúl? Vayamos nuevamente a 1 Samuel 15: 22-23

Pero Samuel repuso: “¿No quiere mejor Yahvé la obediencia a sus mandatos que no los holocaustos y las víctimas? Mejor es la obediencia que las víctimas. Y mejor escuchar que ofrecer el sebo de los carneros. Tan pecado es la rebelión como la superstición, y la resistencia como la idolatría. Pues que tú has rechazado el mandato de Yahvé, él te rechaza también a ti como rey.”

En Apocalipsis 1: 4-6 leemos:

Juan, a las siete iglesias que están en Asia: Gracia y paz a vosotros, del que es y que era y que ha de venir, y de los siete espíritus que están delante de su trono; y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre, y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén

Leamos nuevamente el versículo 6: Jesucristo nos hizo “reyes y sacerdotes para Dios, su Padre”. Nosotros, al igual que Saúl somos pequeños a nuestros propios ojos, pero el Señor nos ha lavado de nuestros pecados y nos hizo Reyes… ahora, como Saúl estamos muchas veces ante la situación de desobedecer a Dios utilizando algo sagrado, como es el caso de los sacramentos, o como dice la teología ortodoxa oriental Ιερό Μυστήριο.

Desobedecer a Dios es revelarse contra Dios, y quien rechaza a Dios, por Dios es rechazado. La rebelión es, para Dios, como la superstición.

Este pasaje es uno de los más ignorados en la historia reciente de la Iglesia. Hoy en día, millares de católicos realizan todo tipo de malabares con tal de tener la “Misa” sin importar el ministro que la rece, sin importar si pertenece o no a la Iglesia Católica y mucho menos, sin importar cómo consiguió esas ordenes sagradas que lo convierten en un ministro ordenado.

Lo que importa es tener “La Misa”. No importa que el presbítero no pueda distinguir su mano derecha de la izquierda, no importa que sea un hipócrita que se reordenó dos o tres veces, que mintió y falsificó documentos con tal de que alguien le ponga las manos, y al verse sólo se haya hecho consagrar por otro marginal obispo… lo importante es la Misa. No importa siquiera si el ministro no es siquiera católico, sino un ortodoxo hecho y derecho y el tradicionalista recurre a él a sabiendas y comulga… porque prioriza los sacramentos a la fe.

Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí” (1 Cor 11:29)

Estos católicos que tanto hacen depender su fe de la Misa ¿No estarán invirtiendo la ecuación? ¿No caen en el peligro de poner antes el sacrificio que la obediencia? ¿Les importa realmente quién celebra la Misa y en que condiciones? ¿Les interesa realmente si el que la celebra es o no un sacerdote? ¿Les importa siquiera si es o no católico? No, no les importa. Y les vale lo mismo que sea un veterocatólico, un modernista, un ortodoxo, un monofisista o miafisista o incluso un luterano de la High Church (que en Argentina hay… y varios).

¿Cómo sigue el relato de Samuel? Veamos 1 Samuel 15: 24-30:

Dijo entonces Saúl a Samuel: “He pecado traspasando el mandamiento de Yahvé y tus palabras; temí al pueblo y le escuché. Perdona, pues, te ruego, mi pecado y vuélvete conmigo para adorar a Yahvé.”

Samuel le contestó: “No me volveré contigo, porque tú rechazaste el mandato de Yahvé, y Yahvé te rechaza a ti para que no reines en Israel.”

Volvióse Samuel para irse, pero Saúl le cogió por la orla del manto, que se rompió; y le dijo Samuel: “Hoy ha roto Yahvé de sobre ti el reino para entregárselo a otro mejor que tú; y el Esplendor de Israel no se doblegará, no se arrepentirá, pues no es un hombre para que se arrepienta.”

Saúl dijo: “He pecado; pero hónrame ahora, te lo ruego, en presencia de los ancianos de mi pueblo y en presencia de Israel, y ven conmigo a adorar a Yahvé, tu Dios.”

El texto nos muestra la dureza del corazón de Saúl: no estaba arrepentido, estaba más interesado en quedar bien ante los ojos del pueblo, de los ancianos de Israel, que reconciliarse con Dios. Peor también vemos algo más: el sacrificio que iba a ofrecer Saúl era «válido», cumplía con los requisitos… pero Dios no lo aceptaría porque iba en contra de sus mandamientos.

San Hermenegildo prefirió el martirio antes que comulgar de manos de un hereje. Hoy los tradicionalistas tienen excusas que el santo confesor de la fe prefirió ni siquiera pensar. Lo que importa para el hombre moderno no es el principio ético sinó el estético (diría Søren Kierkegaard), lo que importa es “parecer”: parece católico, parece tridentino, parece latino, parece conservador y antimodernista, parece lícito, parece válido… pero en realidad es farisaico, en realidad es muy modernista, porque se trata de una fe atada al sentimentalismo y a la cronología, no a la Revelación ni a la obediencia.

Hoy en día, muchísimas personas, bajo el pretexto de tener la Misa han llegado a hacer depender toda la fe, toda su fe de los sacramentos. El sacramento ya no es un auxilio, para este tipo de personas la Iglesia existe para los sacramentos y no los sacramentos para la Iglesia. Y para ello, son capaces de invocar cuamta cábala sea posible, están dispuestos a negar la autoridad de la Sagrada Escritura, renegar de los Concilio Ecuménicos e incluso de los Santos Padres de la Iglesia.

En su hipocresía farisíaca, el tradicionalista es capaz de hacerse pasar por un veterocatólico, por un anglicano y hasta por un ortodoxo con tal de tener sus “sacramentos”.

Los musulmanes tienen una práctica llamada taqiyya (التقية) , la cual les permite simular la fe islámica cuando su vida o la de su familia está en grave peligro. Los católicos tradicionalistas, en cambio lo hacen por deporte y para justificarlo son capaces de elaborar todo tipo de teorías, e incluso, apostatar en público mientras aún mantienen sus creencias católicas, romanas y tradicionalistas… pero en secreto.

¿Qué elegirá usted? ¿La obediencia o los sacrificios? ¿La fe o sus “sacramentos”?

Thuc y el Palmar de Troya: más evidente imposible

Ciertos eventos del pasado no se discuten, especialmente cuando los implicados mismos reconocen que esos eventos tuvieron lugar. No obstante hay un fenómeno llamado «disonancia cognitiva». En su libro de 1957 «A Theory of Cognitive Disonance«, Leon Festinger presenta de forma sistemática la teoría de la «disonancia cognitiva», según la cual cuando un individuo experimenta una inconsistencia interna sufre una incomodidad psicológica y por lo tanto busca de forma objetiva la manera de reducir esa disonancia. ¿Cómo lo hace? Hay dos caminos principales, el primero consiste en agregar nuevas partes a la cognición que causas la disonancia psicológica (mecanismo de racionalización), o bien evitando circunstancias e información contradictoria que aumenten la magnitud de la disonancia (sesgo de confirmación).

En el caso del tradicionalismo, los thucistas han aplicado de forma muy interesante este mecanismo: la racionalización la vemos en los intentos de justificar la validez de las órdenes sagradas desmintiendo que el obispo Pierre Martin Ngo Dinh Thuc, quien objetivamente no estaba mentalmente sano, pudo conferir igual los sacramentos (a pesar de violar el ritual, a pesar de no estar cuerdo, a pesar de celebrar un día el novus ordo y al día siguiente el rito romano verdadero…), o bien negando los hechos: Pierre Martin Ngo Dinh Thuc nunca consagró a veterocatólicos (aún cuando hay fotografías), nunca consagró a nadie de la secta del Palmar de Troya (aunque hay fotos y testimonios, aún del mismo Thuc).

Hace pocos días, una persona escribió un correo electrónico a la dirección de este blog exigiendo que nos retractáramos por mentir. Según este señor, Pierre Martin Ngo Dinh Thuc jamás había consagrado a los palmarianos. Me pareció tan extraña como mastuerza y majadera la afirmación que no tuve que darle demasiadas vueltas e imaginé de dónde vendría. Así fue que entré a la página de la secta de la familia Mendoza Alarcón de Bolivia (iniciada por Gary Alarcón Zegada, hoy un changarro regenteado por su nieto, el cholo natural Miguel Mendoza) y me encontré con esta publicación:

Vamos por partes: En primer lugar el obispo Pierre Martin Ngo Dinh Thuc sí consagró a los palmarianos. De eso hay fotografías y testimonios, entre ellos del mismo Pierre Martin Ngo Dinh Thuc. Existen en consecuencia estudios serios, académicos y testimonios de testigos de aquel día, libros publicados, notas en los periódicos y hasta sentencias de los tribunales de la iglesia conciliar sobre las acciones de Pierre Martin Ngo Dinh Thuc en el Palmar de Troya.

En su autobiografía, publicada en la revista Einsicht, Ngo Dinh Thuc relata como estaba trabajando en una parroquia modernista, tenía los turnos preparados para rezar el Novus Ordo por la Navidad, y se presentó un sacerdote que Ngo Dinh Thuc conoció en el seminario lefebvrista de Écône, el sacerdote Maurice Revaz:

Then a priest came to me, one I had met before in Ecône, Switzerland. He told me outright: «Excellency, the Holy Virgin sends me in order for me to send you to central Spain immediately to render her a service.  My car is ready for you at the parsonage’s door and we will depart immediately depart in order to be there for Christmas.»  

    Stunned by this invitation, I said to him: «If it is a service that the Holy Virgin required, I am ready to follow you to the end of the world, but I must inform the priest because of the Christmas Mass and must pack my bag.  Meanwhile, since it was soon midday, go to the village restaurant and get something to eat.»  He replied to me: «There are three of us in the car and we do not even have a cent with which to buy a cup of coffee.»  I told him:  «All three of you go; I will pay for your lunch.»  A lunch that cost me 3,000 Liras.

    In order to reach Palmar de Troya, I would have spent 50,000 Liras for gas and meals. While I nibbled on a piece of bread, they ate well. I called the Sexton and asked him to inform the priest about Christmas Mass. I told him that I would immediately go to France because of urgent family matters and would return promptly in two weeks…

Puede acceder al relato en este enlace.

Pero lo que es más importante, existen registros fotográficos del obispo Thuc en el Palmar de Troya, ordenando y consagrando a los palmarianos:

Ceremonia de ordenación de los palmarianos por el obispo Thuc
Consagraciones episcopales en el Palmar de Troya conferidas por el obispo Thuc

Si usted desea acceder a una completa crónica de los hechos, le recomiendo la lectura del libro «El apasionante misterio del Palmar de Troya» realiza una importante crónica del palmar… desde las apariciones hasta los eventos finales que llevaron a la proclamación pontificia de Clemente Domínguez y Gómez.

En los listados más antiguos y más completos publicados sobre las consagraciones del obispo Ngo Dinh Thuc siempre se mencionan a los obispos palmarianos ¿Quienes fueron esos obispos? Clemente Dominguez Gómez, Manuel Alonso Corral, Camilo Estevez Puga de Maside, Michael Thomas Donnelly y Francis Bernard Sandle. Si ustede desea acceder al listado más completo (pero no actualizado) sobre las consagraciones thucistas, le recomendamos visitar este enlace.

Pero quizás esto sea producto de la maldad de unos satanistas… leamos que dijo el obispo Pierre Martin Ngo Dinh Thuc. En el número especial de la revista Einsicht de abril de 1998. En ese número, en el que se compilan varios documentos (entre ellos la famosa declaración, copia del manuscrito, el texto en latín y traducido a varios idiomas), existe uno que se titula «Declaración en relación al Palmar» y que reproducimos:

Si usted aún tiene dudas, no nos crea a nosotros, crea al mismo Thuc y descargue el número completo de la revista

Ahora ¿Qué intención tenía Thuc al consagrar a los palmarianos? La de ordenar sacerdotes y luego consagrar obispos católicos. ¿Qué intención tenían los palmarianos? la de ser ordenados sacerdotes y consagrados obispos. Thuc dice que actuó «en completa lucidez», y que no mantuvo contacto con el grupo palmariano después de que Clemente Dominguez y Gómez se proclamó Papa. Si Clemente Dominguez fue consagrado el 11 de enero de 1976, y su proclamación papal ocurrió el 6 de agosto de 1978, eso significa que, según el mismo Pierre Martin Ngô Đình Thục, mantuvo contacto con el grupo del Palmar de Troya por casi dos años.

Creer que todas estas evidencias fueron «falsificadas» es un caso grave de disonancia cognitiva, cuando no de una personalidad tan estulta como naif.

Plagio de Veritas et Sapientia

Con muchísimo desagrado hemos comprobado como el sitio Vertitas et Sapientia ha plagiado sin ningún disimulo DOS ARTÍCULOS de Sursum Corda. Le escribimos a los responsables del sitio pero decidieron hacese los tontos, para variar.

El plagio fue titulado O caso de Frei Tiago com José Ramón e Julio Aonso, ordens inválidas e matrimônios contraídos. Dejamos el enlace para que los autores de ese blog sepan que hemos publicado su accionar, la cual podrían haber solucionado colocando la fuente de dónde se obtuvo. Por si deciden borrarlo en lugar de reconocer a los autores originales, aquí está la página archivada al día de hoy.

Uno de los artículo que ellos plagiaron fue el informe que realizamos sobre la atentada de consagración episcopal a José Vicente Ramón Gonzalez Cipitria, también conocido como Sofronio o Fray Máximo, y que ustedes pueden acceder haciendo click aquí. El soberbio e ignorante de Sofronio contó entre los participantes de la esperpéntica atentada a un tal Fray Tiago, y el artículo hace referencia (en el título) a ese personaje. El segundo artículo fue una republiación que se realizó en Sursum Corda del artículo que originalmente se publicó en el blog Bernardo el Eremita. Recomiendo enfáticamente visitar este último blog y leer los comentarios.

El blog, en portugués, no es la primera vez que recurre a la burda deshonestidad intelectual del plagio y la vulgar copia de contenido. En este caso, copiaron hasta los enlaces, muchos de los cuales debimos reconstruir porque fueron borrados por el infame José Vicente Ramón Gonzalez Cipitria.

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