Deshonestidad intelectual y documentos dudosos de Sofronio/José Ramón González Cipitria

Cada escándalo en el mundo tradicionalista es un epifenómeno de los problemas estructurales del movimiento en sí mismo. De hecho, cuando nos sumergimos en ellos parece que estamos a punto de ahogarnos, no obstante, al salir y tomar distancia vemos que se trata, ni más ni menos que de una exageración. La mayoría de las veces son cuestiones intrascendentes, son problemas de ego y egolatría, son casos de delirios de grandeza, de vanidad intelectual, cuando no, de pura ignorancia. Como dijo Fr Anthony Chadwick es un caso de “fiebre púrpura”.

Pretender una discusión seria entonces redunda en una vacua esperanza, porque para ello sería menester, primero capacidad para discutir con argumentos serios, y segundo buena fe. En el caso de las recientes publicaciones del señor Sofronio / José Ramón González Cipitria y Pablo de Rojas Sanchez-Franco, parece que faltan ambos elementos. ¿A qué vienen entonces las amenazas en los comentarios, fácilmente rastreables hasta Bilbao e incluso con el mail de la misma “Secretaría” de Pablo de Rojas… y si alguien dice que sólo se colocó el e-mail para perjudicarlo, quiero comentarles que, como hay registrada una cuenta a su nombre en WordPress, le exige loguearse para usar ese correo electrónico. Si Pablo de Rojas es una víctima, estoy dispuesto a enviarle todas las capturas de pantalla y la localización de IP, porque ¡Hombre! ¡Le han instalado un programa espía en la máquina!

Peor es el caso de Sofronio / José Ramón González Cipitria, ahora defensor de la dignidad de los ordenados al ministerio sacerdotal (no estaba tan preocupado cuando trató de ignorante al Pro. Basilio Méramo), que busca en sus últimas publicaciones asegurarse y justificar tanto una re-ordenación presbiterial (esta vez de manos de Pablo de Rojas) y al mismo tiempo de demostrar la invalidez del linaje episcopal de Juan José Squetino. Basta tan sólo con leer su última publicación Respuesta del Obispo D. Pablo de Rojas a la solicitud de ordenes de José Vicente Ramón”.

El texto sorprende por donde quiera que se vea. La explicación previa es confusa. Él escribe de sí mismo como si fuera otra persona que relata los acontecimientos que lo llevaron a solicitar una re-ordenación, luego vuelve a afirmar que un novedoso testimonio oral de C. M. Datessen valdría para tirar por tierra lo que es de conocimiento público y que hasta está documentado: él realizó el rito de consagración episcopal sobre Pierre Sallé. David Martinez, de Cuba Católica presentó el certificado, que fue “impugnado” por un supuesto perito. Realmente es la primera vez que leí o escuché que alguien pretendiera peritar una copia digital ¡y de baja calidad! Esto lo dejé demostrado en el siguiente artículo: La deshonestidad intelectual: el caso de Sofronio – José Vicente Ramón González Cipitria en la cual abunda en los mismos sofismas, insiste en presentar sus conclusiones erróneas sobre el caso del linaje de Carlos Duarte-Costa, habiendo para ello manipulado evidencia que plagió de Sursum Corda con el objetivo de haber llegado a una conclusión completamente falsa.[1]

Y no conforme con repetir esos datos apócrifos, presenta como “prueba” dos “evidencias” que son increíblemente estañas. Por un lado siete documentos escaneados en los que médicos atestiguan que Pierre Sallé está con las facultades mentales alteradas: Sofronio aclara que el dueño de esos documentos autorizó la publicación. Creo que debería consultar a los asesores jurídicos de Pablo de Rojas, porque al divulgar esos documentos escaneados ¡Viola los derechos del paciente tutelados en la Unión Europea! Es curioso que el mismo Sofronio, repitiendo la vieja retahíla de Pablo de Rojas y su grupo vivan mencionando acciones judiciales.

Lo segundo es una supuesta carta de Christian Marie Datessen, sobre el que tengo las siguientes observaciones:

  1. No se dice quién le entregó la carta a Sofronio. La carta en efecto parece ser de tipo formal, pero le faltan elementos como el lugar, la dirección, etc.
  1. Si por lo menos tuviéramos un correo electrónico podríamos hacer el rastreo de IP a través de las propiedades del e-mail y ver si salió de quién firma.
  1. La carta en cuestión es, naturalmente un archivo adjunto, no un escaneo de un documento impreso enviado por correo. Esto trae graves dificultades para demostrar que la escribió quien firma, pero podríamos analizar la IP del e-mail y analizar el documento digital, ya que si bien copias no se peritan, los documentos nativos digitales son otra cosa.
  1. El texto está escrito en un procesador de texto (Word) y luego se le pegó la firma de Christian Marie Datessen, en efecto, el cuerpo del texto se puede marcar, copiar y pegar, no así la firma escaneada. Ah… el archivo original era .docx, por lo menos usan una versión relativamente actual, pero los archivos con código xml dan mucha información sobre la producción del mismo.
  1. Una firma escaneada no prueba nada, porque puede ser tomada de cualquier lugar y pegada en cualquier documento, ningún perito considera que un documento como esa carta pueda tener valor probatorio alguno, especialmente porque, si bien las copias no se pueden peritar ¡Sí los documentos digitales! Así que estamos con suerte en este caso.
  1. Respecto a la firma: no es extraño que haya diferencias entre la firma del documento que subió David Martinez y el que presenta Sofronio aquí (¿Enviado por quién?), porque las firmas cambian y varían con el tiempo, no obstante mantienen elementos que sirven para validarlo. Si bien podríamos peritar el original de la copia que subió David Martinez, este otro documento que sube Sofronio no puede ser analizado, ya que firma fue realizada fuera del contexto del documento y luego pegada, insertada. Esta última razón impide que ese documento pueda ser presentado como pueba en cualesquier tribunal, y si un «perito» lo valida, puede perder además del prestigio, la matrícula.
  1. Además, y continuando con lo anterior cualquier paleógrafo o perito (mínimamente cualificado) sabe que si dos firmas son exactamente iguales, está ante una falsificación.
  1. Cuando abrimos las propiedades del PDF nos aparece el autor del documento, aquí la captura de pantalla y podemos ver que fue redactado en una máquina cuyo procesador de texto está registrado con la firma Gin Fizz. Busqué en Internet y da la casualidad que es una bebida, como se puede apreciar en estas impagenes:
Captura de pantalla de las propiedades de la «carta» de Datassen.
Ampliación de la imagen anterior. Observen lo que hemos destacado.
El «Gin Fizz», pueden consultar al barman que trabaja con Pablo de Rojas para más información
  1. La carta fue escrita en Word y se utilizó una simple aplicación que lo permite guardar como PDF. Pedimos que se vuelva a observar las propiedades del archivo (punto 8). Lo que también llama la atención (además de que el autor haya configurado su Word para que aparezca el nombre de una bebida) es el título original del archivo, que está en ¡Español! Y que es “Datessen reformado”. ¿El mismo Christian Marie Datessen le puso ese nombre de archivo? ¿Qué tuvo que reformar? ¿Por qué no escribió la carta, la imprimió, la firmó y la escaneó como se haría en una situación como esta? El análisis documental me lleva a concluir que es imposible asegurar que ese documento sea de Christian Marie Datessen.

Además el texto contiene problemas serios de redacción en francés. Parece escrito por alguien que no domina el idioma. Además de las observaciones que me compartió un blogger que leyó antes que yo el documento, quisiera agregar las que me realizó el Abbé L. Lorange, franco-canadiense y que por supuesto, tiene al francés como lengua madre:

  1. ¿Por qué dice “Au M. José Ramón Gonzalez» y no “A M. Ramón Gonzalez”?
  1. ¿Por qué escribió “qu’il avait de graves problèmes psychiatriques, dont j’ignorais…” Se supone que sabe escribir en francés.
  1. ¿Por qué escribió “intervention chirurgiquale” y no, como se debe “intervention chirurgicale”? El autor de la carta ¿Sabe francés o tradujo del español usando un robot y pegando? Recuerden que los documentos con XML dejan mucha más información.
  1. ¿Por qué Datessen escribe “Mons. Le Roux” cuando en realidad sería “Mons. Roux”.
  1. ¿Por qué comienza abreviando correctamente “Mgr.”, en francés y luego pasa a la abreviatura española “Mons”. Véase respecto a Thuc.
  1. Porqué la estructural gramatical no es propia del francés, y en cambio tiene “huellas” de la garamatica española, es decir, parece un texto escrito pensando en español, o por alguien que tiene el castellano como lengua nativa y que tradujo al francés (un filólogo entiende, imagino que los peritos de Pablo de Rojas también)
  1. ¿Cuál es el sentido de la frase “Je suis d’accord avec Mgr Le Roux et Mgr de Rojas pour dénoncer ce Cubain, David Martínez Espinosa et Squetino Schattenhofer, pour falsification de documents, diffamation et incitation à la haine…”? Curiosamente emplea el mismo lenguaje y fórmulas que la gente de la secretaría de Rojas o algún malvado que le usó la computadora, o hackeo la computadora para publicar amenazas y advertencias, como las que recibimos hasta en Sursum Corda desde Bilbao. Gracias a WordPress y Google Analitics puedo rastrear la IP.

Y ni hablar de la carta en latín de Rojas, donde traduce algunos nombres y otros no, donde coloca “Y” y en otros momentos “et” y parece un texto artificial y mecánico, escrito con errores gramaticales que un latinista como el Ilustrísimo Dr. Pablo de Rojas no debe permitirse.

Concluyendo: ¿Qué vemos aquí? Una absoluta y total falta de honestidad intelectual, un accionar con total y absoluta mala fe, un intento de engañarse a ellos mismos y así, justificar a los demás sus acciones.

En definitiva, Sofronio – José Vicente Ramón González Cipitria será re-ordenado por Pablo de Rojas, lo que me recuerda un poco a cierta sub-rama del linaje de Carlos Duarte-Costa, la de Manuel Ceia Laranjeira y la Igreja Católica Apostólica Independente, Patriarcado do Brasil, que a quienes admite en su organización obliga a re-ordenarse sub conditione como mínimo. Esto es muy común en el Movimiento Sacramental Independiente y en muchas Iglesias no-católicas que reclaman tener sucesión apostólica válida. Se ve que la Iglesia de Pablo de Rojas exige lo mismo.


[1] Entre las mentiras del “estudio” de Sofronio está la siguiente afirmación que, para ahorrar al lector sus giros barrocos resumo: la ICAB reformó su pontifical y por lo tanto se habría afectado la fórmula sacramental. No obstante parece que Sofronio olvida que la línea de la cual proviene Squetino (y él mismo, mal que le pese) no es de la ICAB, sino de la Sub-linea de Manuel Ceia Laranjeira para la “Iglesia Católica Apostólica Independiente, Patriarcado de Brasil”, y los siguientes obispos (Benedito Pereira Lima, José Marcolino Machado, Oscar Osvaldo Cairoli y Fernandez, Michel Staffiero, fueron consagrados con el Rito Tradicional, ni siquiera con la versión traducida al portugués, sino el tradicional pontifical romano. Ah… y anteriormente Michel Staffiero fue ordenado sacerdote y consagrado obispo en la American Orthodox Catholic Church, que por supuesto no usó el pontifical de Paulo VI ni tampoco el supuesto reformado de la ICAB que no pude encontrar en mis archivos y que jamás fue traducido al español.

Quisiera hacer notar algo: Michel Staffiero fue ordenado en la Iglesia Romana, luego ordenado presbítero por Giovanni Taddei (Chiesa Catolica Apostolica Ortodoxa), luego consagrado obispo por Giuseppe Santo Eusebio Pace, (American Orthodox Catholic Church) y posteriormente, sub conditione por Oscar Cairoli y Fernandez y Alejandro Evaristo Geist (Igreja Católica Apostólica Independente, Patriarcado do Brasil). Es una práctica dentro del Movimiento Sacrametal Independiente las consagraciones sub conditione al momento de incardinarse en alguna comunidad. Para esto recomiendo la lectura de Plummer, John, The Many Paths of the Independent Sacramental Movement, Berkeley, Apocryphile Press, 2006.

Autor: SursumCorda

Administrador principal de Sursum Corda

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